“La llama eterna” es un libro con citas y reflexiones, una para cada día del año. No es un texto para ser leído del tirón, sino para ser degustado y saboreado. En cierto modo su pretensión va un poco más allá de la simple lectura convencional, ya que intenta llegar directamente a lo más profundo de tu mente y de tu corazón, para desde ahí invitarte a explorar algunos aspectos de tu mundo interior.

Quiere ayudarte a iluminar ciertas zonas de tu consciencia y que, desde esa nueva luz, puedan emerger otras formas de percibir el mundo, tanto interno como externo.

Podría decirse que, en este sentido, es algo ambicioso. Sin embargo, creo yo que mi propuesta no es más que una meta asequible que puede alcanzarse a condición de que accedas a la lectura sin prejuicios, es decir, sin el deseo crítico de confrontar si lo que en él se dice es cierto o no, o si estás de acuerdo o no.

Te invito, pues, a tomar cada frase, paladearla, oírla cómo resuena en tu mente y cómo se siente en tu corazón, dejándote guiar por ella hasta donde te conduzca. Así, de ese modo accederás a un mundo mucho más rico que el del mismo autor, ya que se abrirán las puertas de tu propio mundo interior. Ese es el destino final del texto, que trasciendas la letra impresa para acceder a tu propia y profunda comprensión.

Espero que lo disfrutes y que estas palabras te guíen por senderos luminosos hacia lugares ni siquiera imaginados.