
Las verduras han de ser uno de los alimentos que no han de faltar en las dietas saludables. Gracias al aporte de fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes, se consideran, por lo general, alimentos especialmente sanos.
Ante la proliferación de verduras envasadas en los supermercados y la dificultad que tenemos para escoger bien nuestra compra, debido al acelerado ritmo de vida moderno, no siempre las elegimos de forma apropiada.
A continuación expondré algunos consejos sencillos para ayudarnos a que dicha elección sea mejor:
1.- Siempre que podamos, procurar que sean de cultivo ecológico. Con ello eliminamos la carga de pesticidas, fertilizantes y plaguicidas que puedan contener las de cultivo intensivo. Esto nos permitirá, además, aprovechar los caldos para hacer sopas, cosa no aconsejada con las verduras no ecológicas.
2.- Que sus colores se mantengan vivos, evitando los colores apagados que puede ser signos de llevar mucho tiempo desde su recolección
3.- Procurar que huela a lo que se espera del producto (el tomate a tomate, el pimiento a pimiento, etc.,), descartando aquellas con olores poco característicos o raros.
4.- La piel ha de ser lisa y turgente. Evitar aquellas con pieles arrugadas o que parezca avejentada.
5.- Las verduras frescas suelen ser crujientes, tanto más cuanto más frescas.
6.- En lo que a tubérculos se refiere (patatas, zanahorias, etc.) han de estar libres de raíces, ya que de lo contrario indican que están un poco pasadas.
7.- Las verduras con vainas (como por ejemplo las habas) han de tenerla íntegra
8.- Evitar comprar verduras con manchas o con colores que no correspondan
9.- Descartar los ejemplares con golpes o excesivamente blandos
10.- Comprarla preferentemente en piezas enteras en lugar de troceadas, por desconocer el tipo de manipulación al que han sido sometidas y porque presentan una mayor superficie para la oxidación de la misma.
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